Limpieza facial el cuidado de nuestra piel

Consideramos como un hábito emplear champú y gel de baño. Pero, ¿y nuestra cara?

En general, la mayoría dejamos de lado la limpieza facial y aplicamos directamente el producto cosmético. Esto es un error, aunque no lo parezca este procedimiento de limpieza, aparte de limpiar, también hace que obtengamos una piel mucho más receptiva para el empleo de posteriores tratamientos, como por ejemplo, un anti-envejecimiento.

Un cosmético con grandes capacidades, puede ser más o menos efectivo dependiendo de la manera en que lo usemos. Por eso es imprescindible emplear los tratamientos sobre una piel limpia y receptiva, para que así, el tratamiento pueda rendir al máximo.

Nuestro consejo es emplear dos veces al día, mañana y noche, un limpiador facial. Posteriormente el uso de tónicos, o de exfoliantes para eliminar impurezas. Después de la limpieza se podrá proceder a la aplicación de un tratamiento nutritivo, hidratante o anti-envejecimiento.

Limpieza facial